martes, 11 de diciembre de 2012

El perro


El perro, cuyo nombre científico es Canis lupus familiaris, es un mamífero carnívoro doméstico de la familia de los cánidos, que constituye una subespecie del lobo. No obstante, su alimentación se ha modificado notablemente debido principalmente al estrecho lazo que existe con el hombre, hasta el punto en que hoy en día sea alimentado usualmente como si fuese un omnívoro. Su tamaño o talla, su forma y pelaje es muy diverso según la raza de perro. Posee un oído y olfato muy desarrollados, siendo este último su principal órgano sensorial. En las razas pequeñas puede alcanzar una longevidad de cerca de 20 años, con atención esmerada por parte del propietario, de otra forma su vida en promedio es alrededor de los 15 años.
Se cree que el lobo gris, del que es considerado una subespecie, es el antepasado más inmediato. Las pruebas arqueológicas demuestran que el perro ha estado en convivencia cercana con los humanos desde hace al menos 9000 años, pero posiblemente desde hace 14 000 años. Las pruebas fósiles demuestran que los antepasados ​​de los perros modernos ya estaban asociados con los humanos hace 100 000 años. Las investigaciones más recientes indican que el perro fue domesticado por primera vez en el este de Asia, posiblemente en China; sin embargo, es incierto si todos los perros domésticos provienen de un mismo grupo o si el proceso de domesticación se repitió varias veces. Hay aproximadamente 800 razas (más que de cualquier otro animal) que varían significativamente en tamaño, fisonomía y temperamento, presentando una gran variedad de colores y de tipos de pelo según la raza de perro. Tienen una gran relación con los humanos, para quien son animales de compañía, animales de guardia, perros de trabajo, perros de caza, perros de aguas, galgos de carrera, perros guía, perros pastores o perros boyeros por ejemplo. Con un número estimado de 400 millones de perros en los hogares de todo el mundo, es uno de los animales de compañía más populares, probablemente sólo superado por los gatos.
Ancestros e historia de la domesticación
En el siglo XXI, los investigadores han alcanzado un consenso casi absoluto acerca de que es muy posible que la domesticación del perro empezara más por la adaptación espontánea de este al acercarse a vivir junto al hombre que por la voluntad humana. Esto se debe a que vivir junto al hombre siempre fue ventajoso para el cánido. Un perro viviendo en una comunidad humana, aún en la Antigüedad, podía alimentarse con menos esfuerzo que uno salvaje, podía vivir en mejores condiciones y disfrutar del afecto y cuidado humano.
El perro es una subespecie doméstica del lobo, según la comparación de los mapas genéticos de ambas especies.5 La evidencia fósil más antigua de un perro domesticado fue encontrada en 2008 en la cueva Goyet de Bélgica, correspondiente a unos 31.700 años y al parecer asociado a la cultura auriñaciense. Hasta entonces las pruebas más antiguas se habían encontrado en Rusia, pertenecientes a hace 14.000 años (Eliseevich). El hombre consiguió domesticar a ejemplares de lobos, o, más probablemente, se demostró incapaz de impedir que los lobos se introdujeran en sus aldeas y tuvieran allí a sus cachorros.4 El perro era útil como ayuda en la caza y para defender al grupo y su morada. Poco a poco, el hombre los adaptó a sus necesidades, creando diferentes razas para las distintas labores y características ambientales y geográficas.
El hombre se dio cuenta rápidamente de los finos sentidos del olfato y el oído que tenía el perro; su olfato es más potente que del humano (su área olfatoria es 20 veces más gruesa, y en el caso del Pastor Alemán con una superficie 34 veces mayor y con 40 veces más células olfatorias) y su oído es capaz de percibir sonidos muy por debajo y por encima del rango que oyen los humanos. Ventaja ésta que aumenta su utilidad para la caza y las labores de guarda. Su uso como pastor y protector de los rebaños es bastante posterior, yendo pareja a la domesticación y explotación de otros animales. Animal de costumbres sociales, que convive en grupos perfectamente jerarquizados, se adaptó a convivir con los humanos.
Los perros son muy valorados por su ayuda en la caza. Los perros enterrados en el cementerio mesolítico de Svaerdborg en Dinamarca muestran que, en la antigua Europa, eran ya una valiosa compañía.
Los perros siempre han acompañado al hombre en su proceso a la civilización; su presencia está probada en todas las culturas del mundo, así en Perú en la etapa preincaica, los mochicas los usaban como ayuda de caza y también como mascotas en casa. En el entierro del Señor de Sipán, se encontraron dentro de las tumbas restos de un perro que seguramente se usó en la caza, ya que el cráneo tenía perfectamente desarrollados sus molares. El cráneo y los dientes del perro doméstico han disminuido de tamaño con relación al lobo al no necesitar matar presas grandes. Así mismo, al pasar de una dieta de carne a una constituida por los desechos provenientes de la alimentación de los humanos, desarrollaron cerebros más pequeños que requieren menos calorías y menos proteínas para su crecimiento y sustento. La percepción del perro por parte del ser humano ha variado y varía según las culturas, en varias etnias americanas anteriores a 1492, tal y como aún ocurre en zonas del Extremo Oriente Asiático, los perros eran usados directamente como alimento; en zonas del Oriente Medio el perro ha sido asociado por su aspecto con los chacales (de hecho científicamente se creyó hasta el desarrollo de la genética a fines del siglo XX que los perros comunes de todo el mundo eran descendientes de chacales) y al ser los chacales animales principalmente carroñeros, los perros también han sido considerados impuros en esa zona. Quizás la única especie de perro que no desciende del lobo es el perro fueguin o que descendería del culpeo.

Aparato locomotor


Como la mayoría de mamíferos predadores, el perro tiene músculos potentes, un sistema cardiovascular que permite una alta velocidad y una gran resistencia y dientes para cazar, aguantar y desgarrar las presas.
El esqueleto ancestral de los perros les permite correr y saltar. Sus patas se han desarrollado para impulsarlos rápidamente hacia delante, saltando cuando es necesario, con el fin de cazar y atrapar las presas. Por tanto, tienen pies pequeños y apretados y caminan sobre los dedos (digitígrados). Sus patas traseras son bastante rígidas y sólidas, mientras que las anteriores son laxas y flexibles, estando unidas al tronco únicamente por músculos.
Aunque la cría selectiva ha cambiado la apariencia de muchas razas, todos los perros conservan los elementos básicos de sus antepasados. Los perros tienen omóplatos desconectados (carecen de clavícula) que permiten hacer zancadas más largas. La mayoría de razas conservan las garras vestigiales (espuelas) en las patas anteriores y a veces a las posteriores. Algunas de estas razas, como el perro pastor catalán, pueden presentar un espolón doble en una o más patas. En algunos casos, se les quitan esas garras para evitar que el perro se las arranque sin querer durante la persecución de una presa, pero esta práctica es ilegal en algunos países.

Pelaje

Al igual que los lobos, los perros tienen un pelaje, una capa de pelos que los cubre el cuerpo. El pelaje de un perro puede ser un "pelaje doble», compuesto de una capa inferior suave y una capa superior basta. A diferencia de los lobos, los perros pueden tener un «pelaje único», carente de capa inferior. Los perros con un pelaje doble, como los lobos, están adaptados para sobrevivir en temperaturas frías y tienden a provenir de climas más fríos.
Los perros suelen presentar vestigios de contra sombreado, un patrón de camuflaje natural común. La base general del contra sombreado es que un animal iluminado desde arriba aparece más claro en la mitad superior y más oscuro en la mitad inferior, donde normalmente tiene su propio color. Este es un patrón que los predadores pueden aprender a reconocer. Un animal contra sombreado tiene una coloración oscura en la superficie superior y una coloración oscura en la inferior. Esto reduce la visibilidad general del animal. Un vestigio de este patrón es que muchas razas tienen un lado, una raya o una estrella de pelaje blanco en el pecho o en la parte inferior.

Cola

Hay muchas formas diferentes de cola de perro: recta, recta hacia arriba, forma de hoz, rizada o en tirabuzón. En algunas razas, la cola es cortada tradicionalmente para evitar heridas, especialmente en los perros de caza. En algunas razas, algunos cachorros nacen con una cola corta o sin cola. Esto sucede más a menudo en ciertas razas, especialmente en aquellas en las que a menudo se corta la cola y que por tanto no tienen estándar de raza en cuanto a la cola.
ALGUNOS SENTIDOS

Vista


La visión del perro parece diseñada para la caza: No tiene gran agudeza visual de detalles, pero tienen excelente percepción de movimientos. Tiene excelente visión nocturna o crepuscular, debido al el uso del tapetum lucidum (una pantalla reflectiva dentro del ojo). El campo visual del perro se encuentra entre los 240 - 250 grados, mucho mayor que el humano que es de aproximadamente 180 grados.
Los perros tienen una forma de visión dicromática llamada deuteranopia que en los humanos se considera una forma de daltonismo que afecta el rojo y el verde. Los perros perciben tonalidades de amarillo y de azul, pero al rojo lo perciben amarillo y al verde lo ven gris.
Como la mayoría de mamíferos, los perros son dicromatos y tienen una visión en color equivalente al daltonismo rojo-verde en los humanos. Las diferentes razas de perro tienen diferentes formas y tamaños de los ojos y también tienen una configuración diferente de la retina. Los perros con el hocico largo tienen una «raya visual» que se extiende por el ancho de la retina y que les da un campo muy amplio de visión excelente, mientras que los perros con el hocico corto tienen una área centralis, una región central con hasta tres veces la densidad de terminaciones nerviosas de la "raya visual", que los provee una vista detallada, mucho más similar a la de los humanos.
Algunas razas, particularmente los galgos, tienen un campo de visión de hasta 270°, aunque las razas de cabeza ancha con el hocico corto tienen un campo de visión mucho más estrecho, tan bajo como 180°, similar al de los seres humanos. Algunas razas también presentan una tendencia genética a la miopía. Aunque la mayoría de razas son memmetrópicas, se ha descubierto que uno de cada dos rottweilers son miopes.

Oído

El campo de audibilidad de los perros es aproximadamente de 40 Hz a 60.000 Hz. Los perros detectan sonidos tan graves como 16-20 Hz (en comparación con 20-70 Hz en los humanos) y también por encima de 45 kHz (en comparación con 13-20 kHz en los humanos), y además tienen un grado de movilidad de las orejas que los permite determinar rápidamente el origen exacto de un sonido. Dieciocho o más músculos pueden inclinar, rotar, levantar o bajar las orejas de un perro. Además, un perro puede detectar el origen de un sonido mucho más rápido que un humano y oír sonidos a una distancia hasta cuatro veces mayor que los humanos. Los perros con una forma de la oreja más natural, como las orejas de cánidos salvajes como el zorro, suelen oír mejor que los perros con las orejas más flexibles típicas de muchas razas domésticas.

Gusto

Entre los sentidos del perro, el del sabor es el que menos se ha investigado y a menudo se le ha relacionado con el olfato. Los perros pueden distinguir los sabores básicos de manera similar a los humanos, aunque casi no distinguen el salado. Sin embargo, los gustos preferidos pueden diferir mucho de un perro a otro, pues parece que los perros no eligen la comida según el tipo de gusto, sino según su intensidad (fuerte sabor / gusto suave). Los primeros meses de la vida de un perro son bastante importantes en este sentido, los cachorros que suelen probar muchos sabores diferentes cuando son jóvenes también desarrollarán un gusto por la variedad cuando sean adultos. Al igual que los humanos y que muchos otros animales, los perros tienen la capacidad de asociar determinados gustos con los problemas de salud. Si un alimento le hace enfermar o hace que se encuentre mal, el perro tenderá a evitar el sabor de este alimento en el futuro. Esto forma parte de un mecanismo de defensa instintivo, que protege a los animales de envenenarse por la ingestión frecuente de sustancias tóxicas.

Tacto

Los perros utilizan el sentido del tacto para comunicarse entre ellos y con otras especies. Si se hace apropiadamente, tocar un perro puede servir para estimularlo o relajarlo. Se trata del primer sentido que se desarrolla en los cachorros recién nacidos y las perras comienzan a lamer y acariciar sus crías poco después del nacimiento. Algunos estudios han sugerido incluso que los perros pueden detectar movimientos en el abdomen de la madre incluso antes de nacer y que las perras que son mimadas durante la gestación dan a luz crías más dóciles. Los perros tienen sensores táctiles en todo el cuerpo, pero los cojinetes, la columna vertebral y la región de la cola son algunas de las zonas más sensibles.
Las vibrisas de los perros presentan mecano receptores que les sirven para adquirir información táctil de su ambiente, pero esta función no es tan importante como lo es en los gatos. Entre otras cosas, sirven para sentir el flujo del aire. Además del hocico, donde reciben el nombre de "bigotes", los perros tienen vibrisas encima de los ojos y debajo la mandíbula.
  

http://es.wikipedia.org/wiki/Canis_lupus_familiaris

lunes, 10 de diciembre de 2012

El leon


El león es un mamífero carnívoro de la familia de los felinos y una de las 4 especies del género Panthera. Los machos, excepcional mente grandes, llegan a pesar hasta 250 kg, lo que los convierte en el segundo félido viviente más grande después del tigre. Los leones salvajes viven en África subsahariana y Asia, con una población en peligro crítico al noroeste de la India, habiendo desaparecido del norte de África, de Oriente Próximo y del oeste de Asia en tiempos históricos. Hasta finales del Pleistoceno, hace aproximadamente 10 000 años, de los grandes mamíferos terrestres, el león era el más extendido tras los humanos. Su distribución cubría la mayor parte de África, gran parte de Euroasia, desde el oeste de Europa hasta la India, y en América, desde el río Yukón hasta el Perú.
Si sobreviven a las dificultades de la infancia, las leonas que viven en un hábitat seguro, como por ejemplo el Parque Nacional Kruger, a menudo pueden llegar a la edad de 12-14 años, mientras que los leones raramente viven más de ocho años. Sin embargo, se conocen casos de leonas que han vivido hasta veinte años en estado salvaje. En cautiverio, tanto los machos como las hembras pueden vivir más de veinte años. Suelen vivir en sabanas y herbazales, aun cuando pueden entrar en zonas arbustivas y boscosas. Los leones son animales especialmente sociales en comparación con otros felinos  Una manada de leones se compone de hembras que tienen una relación familiar, sus crías y un número reducido de machos adultos. Los grupos de leonas suelen cazar juntos, atacando principalmente a grandes ungulados. El león es un superpredador y clave, pese a que puede tener un comportamiento carroñero si tiene la oportunidad. Aun cuando los leones, normalmente, no cazan humanos de manera selectiva, algunos de ellos pueden convertirse en antropófagos y buscar presas humanas.
El león es una especie vulnerable y, en su ámbito de distribución africano, a lo largo de las dos últimas décadas ha sufrido un declive de las poblaciones, posiblemente irreversible, de entre un 30 % y un 50 %; las poblaciones no son viables fuera de las reservas delimitadas y los parques nacionales. Aunque la causa de este declive no es del todo comprendida, la pérdida del hábitat y los conflictos con humanos son actualmente los motivos de preocupación más importantes. Se han tenido leones en cautividad desde los tiempos de la Antigua Roma y desde finales del siglo XVIII han sido una especie muy buscada y exhibida en zoológicos por todo el mundo. Los propios zoológicos están colaborando en programas de reproducción para proteger la amenazada subespecie asiática.
Los machos son muy fáciles de distinguir gracias a su melena, que hace de su cabeza uno de los símbolos animales más amplia mente conocidos de la cultura humana. Aparece muy a menudo en la literatura, la escultura, la pintura, en banderas nacionales y en películas y literatura contemporáneas.
Morfología
El león es el segundo felino viviente más grande después del tigre. Con unas extremidades potentes, una fuerte mandíbula y unos dientes caninos de ocho centímetros, el león puede matar grandes presas. La coloración de los leones va desde un color beis claro hasta un marrón amarillento, rojizo u ocre oscuro. Las partes inferiores suelen ser más claras y el pelo del extremo final de la cola es negro. Las crías de león poseen un dibujo manchado que se va perdiendo con la edad, aunque a veces puede apreciarse en las patas y el vientre, sobre todo de las leonas.
Los leones son los únicos félidos que presentan un dimorfismo sexual evidente; es decir, los machos y las hembras tienen un aspecto notablemente diferente como consecuencia de los roles especializados que desempeñan dentro del grupo. Por ejemplo, la leona, como cazadora, carece de la densa melena del macho, que perjudicaría su capacidad de camuflarse al preparar emboscadas. El color de la melena va del rubio al negro y suele oscurecerse a medida que el león envejece.
El peso de los leones adultos varía generalmente entre 150-250 kg en los machos y 120-182 kg en las hembras; aunque un macho muerto cerca del Monte Kenia pesaba 272 kg. Se estima el peso medio de los machos en 181 kg y el de las hembras en 126 kg. Los leones tienden a tener un tamaño diferente según el medio ambiente y la zona que habitan, algo que resulta en una gran variedad de pesos registrados. Por ejemplo, los leones del África austral tienden a pesar un 5% más que los del África oriental en general.
Tanto en los machos como en las hembras, el final de la cola tiene una mata de pelos a modo de brocha. En algunos leones, la mata oculta una "espina" o "espuela" de unos 5 mm de largo, formada por la fusión de las secciones finales del hueso de la cola. El león es el único félido que tiene una cola con una mata de pelos —se desconoce la función de la mata y la espuela—. La mata está ausente en el momento del nacimiento, pero se desarrolla a partir de los 165 días de vida y ya es fácilmente observable a los 7 meses.

Melena

 La melena del león macho, única entre los félidos, es uno de los rasgos más característicos de la especie. Hace que el león parezca más grande, causando una excelente intimidación, lo que ayuda al león en los combates contra otros leones y contra la principal especie competidora de los leones en África, la hiena manchada. La presencia, ausencia, color y tamaño de la melena están asociadas con las condiciones genéticas, la madurez sexual, el clima y la producción de testosterona; como regla general, cuanto más oscura y densa sea la melena, más sano es el león. Investigaciones en Tanzania también sugieren que la longitud de la melena indica éxito en los combates entre machos emparentados. Los ejemplares con una melena más oscura pueden tener una vida reproductiva más larga y una mayor proporción de supervivencia de las crías, aunque sufren en los meses más calurosos del año. En los grupos dominados por una coalición de dos o tres machos, es posible que las leonas tiendan a querer aparearse más con los leones que tienen una melena más densa.
Antiguamente, los científicos creían que el estatus distinto de algunas subespecies se podía justificar por la morfología, incluyendo el tamaño de la melena, por ejemplo para identificar subespecies como el león del Atlas. No obstante, las investigaciones han demostrado que los factores ambientales influyen en el color y el tamaño de la melena del león, como actualmente sucede con la temperatura ambiental. La temperatura ambiental más fresca de los zoos europeos y norteamericanos, por ejemplo, puede dar lugar a una melena más densa. Así pues, la melena no es un marcador adecuado para identificar subespecies. No obstante, los machos de la subespecie asiática se caracterizan por tener melenas menos densas que el promedio de las de los leones africanos.

Reproducción y ciclo vital


La mayoría de las leonas ya se han reproducido a los cuatro años de edad. Los leones no se aparean en ninguna época particular del año y las hembras tienen numerosas fases de estro cada año. Como en otros félidos, el pene del macho tiene unas espinas apuntando hacia atrás. Cuando se retira el pene, las espinas rozan las paredes de la vagina de la hembra, lo que puede causar la ovulación. Una leona puede aparearse con más de un macho cuando está en celo; durante el periodo de apareamiento, que puede durar varios días, se han observado leones copulando 157 veces en un periodo de 55 horas. Se reproducen con mucha facilidad en cautividad.
El periodo de gestación dura una media de 110 días y la hembra da a luz a una camada de entre una y cuatro crías en una madriguera aislada, que puede encontrarse en zonas de matorrales, juncales, cuevas o alguna otra zona protegida, habitualmente separada del resto de la manada. Las hembras frecuentemente cazan por sí solas mientras las crías todavía están indefensas, permaneciendo relativamente cerca de la madriguera donde se encuentran las crías. Las crías nacen ciegas y no abren los ojos hasta aproximadamente una semana después de su nacimiento. Pesan entre 1200 y 2100 g al nacer y se encuentran prácticamente indefensas. Empiezan a arrastrarse al día o dos de nacer y a andar cuando ya tienen unas tres semanas. La leona mueve las crías a un nuevo lugar numerosas veces al mes, llevándolas una por una cogidas por la piel de la nuca. Este movimiento tiene como objetivo impedir que se vaya acumulando su olor en el mismo lugar y así evitar la atención de posibles depredadores.
En general, la madre no se reintegra al grupo con sus crías hasta que estas tienen entre seis y ocho semanas. Sin embargo, a veces esta introducción a la vida en manada se produce antes, especialmente si otras leonas han dado a luz en la misma época. Por ejemplo, las leonas de un grupo suelen sincronizar su ciclo reproductivo con el fin de cooperar en la cría y el amamantamiento de los cachorros (una vez que estos han pasado la fase inicial de aislamiento con su madre), que maman indiscriminadamente de cualquiera de las hembras cuidadoras del grupo. Además de ofrecer una mayor protección, la sincronización de los nacimientos también es ventajosa en que, como los cachorros tienen un tamaño muy similar, tienen las mismas probabilidades de sobrevivir. Si una leona da a luz a una camada de cachorros un par de meses después de otra leona, por ejemplo, entonces las crías más jóvenes encuentran dificultades para alimentarse, ya que suelen ser dominadas por las mayores. Por lo tanto, la muerte de hambre es más común entre las crías jóvenes.
Además de morirse de hambre, los cachorros también corren otros muchos peligros como, por ejemplo, ser cazados por chacales, hienas, leopardos,águilas marciales y serpientes. Incluso los búfalos, si perciben el olor de las crías del león, inician una estampida hacia la zona de matorral o la madriguera donde se encuentran los cachorros, haciendo todo lo posible por pisotear a las crías y darles muerte mientras mantienen a raya a la leona. Además, cuando uno o más machos nuevos desbancan al anterior macho asociado a la manada, frecuentemente matan a las crías existentes,quizás porque las hembras no son fértiles y receptivas hasta que sus cachorros crecen o mueren. En total, hasta un 80% de los cachorros mueren antes de llegar a los dos años de edad.
Cuando se integran con el resto de la manada, los cachorros carecen de la confianza hacia cualquier otro adulto que no sea su madre. Aun así, pronto empiezan a participar en la vida del grupo, jugando entre ellos o intentando empezar a jugar con los adultos. Las leonas que tienen crías tienen más probabilidades de ser tolerantes hacia las de otras leonas que las que no tienen. La tolerancia de los machos hacia los cachorros varía: unas veces, el macho puede dejar pacientemente que las crías jueguen con su cola o su melena, mientras que otras puede gruñir y echar a los cachorros.
El destete tiene lugar a los seis o siete meses de edad. Los machos logran la madurez a los tres años de edad y con cuatro o cinco años ya son capaces de desafiar y desbancar al macho adulto de otra manada. Empiezan a envejecer y debilitarse a más tardar entre los diez y quince años de edad, si no han sido ya gravemente heridos defendiendo su manada. Por lo tanto, en cautiverio un león puede llegar a vivir treinta años; pero en su hábitat silvestre solo llega a vivir hasta los doce años los machos y dieciséis las hembras. Cuando el macho dominante es expulsado por su rival, raramente recupera su estatus dentro de la manada viéndose obligado a exiliarse. Cuanto antes empiecen a procrear, una vez toman el control de una manada, más éxito reproductivo tendrán antes de llegar a la vejez y ser desterrados por leones más jóvenes. Las leonas a menudo intentan defender fieramente a los cachorros ante un macho usurpador, pero raramente tienen éxito. El usurpador suele matar a todos los cachorros que tengan menos de dos años. Debido a que las hembras son más débiles y de menor peso con respecto a los machos, la defensa de las crías puede tener más probabilidades de éxito si tres o cuatro madres de una manada se unen contra un macho. Las hembras a las que el macho usurpador mató sus crías, entran en celo nuevamente en pocos días.
Al contrario de lo que dice la creencia popular, no sólo los machos son expulsados de su manada pasando a ser nómadas, si bien es cierto que la mayoría de las hembras permanecen toda su vida en su manada natal. No obstante, cuando la manada se hace demasiado grande, la siguiente generación de crías de sexo femenino puede ser forzada a marcharse y buscar un territorio propio. Además, cuando un nuevo macho consigue el control de una manada, los ejemplares subadultos, tanto machos como hembras, pueden ser expulsados. La vida de una hembra nómada es dura. Raramente consiguen que sus crías alcancen la madurez, ya que carecen de la protección de otros miembros de la manada.

Salud

Aunque los leones adultos no tienen depredadores naturales, los indicios sugieren que la mayoría sufren una muerte violenta causada por humanos o por otros leones.73 Esto es particularmente cierto en el caso de los machos, que, como principales defensores de la manada, tienen más probabilidades de interactuar agresivamente con machos rivales. De hecho, pese a que un león macho puede lograr una edad de quince o dieciséis años si consigue no ser expulsado por otros machos, la mayoría de machos adultos no viven más de diez años. Este es el motivo por el cual en estado salvaje la longevidad media de los leones tiende a ser significativamente inferior a la de las leonas. Sin embargo, los miembros de ambos sexos pueden resultar heridos o incluso muertos por otros leones cuando entran en conflicto dos manadas con territorios concurrentes.

Con respecto a los parásitos, se sabe que varias especies de garrapatas suelen infectar las orejas, el cuello y las ingles de la mayoría de los leones. También, procedentes de intestinos de leones, se ha aislado la forma adulta de varias especies de tenias. Los leones contraen la solitaria al comer las formas larvarias presentes en la carne de antílope.
En 1962, los leones del cráter de Ngorongoro fueron atacados por la mosca de los establos (Stomoxys calcitrans); esto hizo que los leones acabaran cubiertos de manchas calvas y ensangrentadas, al tiempo que completamente escuálidos. Los leones intentaron huir de las picaduras de las moscas sin éxito, subiendo a árboles o arrastrándose dentro de madrigueras de hienas; muchos de ellos murieron o emigraron y la población de leones del lugar se desplomó, pasando de setenta individuos a quince. Un brote más reciente, en 2001, mató a seis leones. Los leones, especialmente los que viven en cautividad, son vulnerables al virus del moquillo, al virus de inmunodeficiencia felina (VIF) y a la peritonitis infecciosa felina. El moquillo se transmite mediante los perros domésticos y otros carnívoros; un brote producido en 1994 en el Parque Nacional Serengueti provocó que muchos leones desarrollaran síntomas neurológicos, como por ejemplo convulsiones. Durante el brote, varios leones murieron de neumonía y encefalitis. El VIF, que es similar al VIH, no afecta negativamente a los leones, pero su efecto sobre los gatos domésticos es lo suficientemente preocupante como para que el Species Survival Plan recomiende análisis sistemáticos a los leones en cautividad. Es muy frecuente y endémica en varias poblaciones de leones salvajes, pero es prácticamente inexistente entre los leones asiáticos y namibios.

      


http://es.wikipedia.org/wiki/Panthera_leo





domingo, 9 de diciembre de 2012

El águila


Águila, nombre común de varias aves de presa diurnas, algunas de las cuales se encuentran entre los miembros de mayor tamaño de una familia que incluye también al ratonero común, al milano y algunos buitres.
La distribución del águila real abarca la mayor parte del hemisferio norte. Desde la antigüedad se la ha considerado un símbolo de valor y poder, debido a su gran tamaño, su destreza en el aire y lo inaccesible de sus lugares de nidificación, situados en lugares agrestes y montañosos. En la mitología romana estaba asociada con la principal deidad, Júpiter. Fue el emblema de algunas legiones romanas, de la Francia bonapartista, de Alemania y de los imperios Ruso y Austro-Húngaro, y además forma parte del escudo nacional de México.
Vive en gran parte de Euroasia (excepto Francia y los países vecinos al norte). En la península Ibérica es una especie habitual todo el año y, aunque está presente en toda España, es considerada una especie rara. En América nidifica en México y es común en zonas montañosas del oeste de Estados Unidos y Canadá. Las hembras llegan a medir 1 m desde el extremo del pico al de la cola y su envergadura ronda los 2 metros. Los machos son más pequeños, como sucede en la mayoría de las aves de presa. Una característica de esta especie y de todas las que se incluyen en el género al que pertenece es el plumaje que presentan en la parte inferior de las patas. En otras águilas esa zona carece de plumas y tiene un aspecto escamoso, como en la mayoría de las aves. El plumaje del cuerpo es de color castaño oscuro con una pincelada dorada en la parte posterior de la cabeza y el cuello. La cola de los adultos es parda con bandas más pálidas. En las aves jóvenes es blanca con una banda terminal parda.
El águila real vive en Norteamérica, Europa, Asia y el norte de África. Es una de las 30 especies de águilas ‘calzadas’, así llamadas porque tienen las patas cubiertas de plumas. Ejecuta una compleja exhibición aérea de cortejo.
La mayoría de sus nidos, grandes y hechos a base de palos y ramas, son construidos en acantilados y escarpas, aunque en ciertas zonas prefieren árboles altos. Utilizan el mismo nido de un año a otro, limitándose a añadir más ramas, con lo que el nido puede alcanzar un diámetro de 1,8 m y una altura de 1,5 metros. Lo habitual es que pongan dos huevos, con abundantes marcas y puntos de diferentes tonos castaños, aunque en ocasiones sólo ponen uno. La dieta de estas aves se compone sobre todo de mamíferos, y sus presas varían en tamaño, desde ratones hasta ciervos. Durante el periodo de cría es frecuente que capturen otros pájaros para suministrar a los pollos comida tierna. Cuando hay escasez de alimento vivo el águila real se alimenta también de carroña.
Hay ocho especies de águilas emparentadas con el águila real, todas ellas propias de Eurasia. Las más pequeñas son el águila pomerana, con una envergadura en torno a los 1,5 m, que emigra desde Europa central hasta Sudáfrica, y el águila calzada de los países mediterráneos. La primera es una especie accidental en España, mientras que la segunda se reproduce en primavera y verano en la península Ibérica. El águila calzada, con una envergadura máxima de 1,3 m, es la más pequeña de las que se encuentran en la península. Su hábitat lo constituyen las zonas arboladas y los bosques, sobre todo los pinares. Entre las de mayor tamaño se encuentra el águila audaz australiana, casi totalmente negra y con una envergadura que puede alcanzar los 2,5 metros, lo que le permite mantenerse planeando en las corrientes de aire durante mucho tiempo.
Descrita hoy como especie independiente del águila imperial, esta especie autóctona de España se encuentra en peligro de extinción.
En España reside también el águila imperial ibérica, hasta hace poco considerada una subespecie del águila imperial, propia de Asia y Europa oriental, y a la que ahora se clasifica como una especie independiente. Mide entre 72 y 83 cm de longitud y la envergadura de sus alas alcanza de 1,9 a 2,1 m; la hembra es algo mayor que el macho. Los adultos presentan un plumaje oscuro con tonos amarillos o blanco cremoso en la cabeza y el cuello. Su característica más destacada es el color blanco de los hombros y una cola gris con franja terminal negra. Su dieta estaba constituida principalmente por conejos hasta la llegada de la mixomatosis (enfermedad vírica infecciosa). En la actualidad, su alimento está formado por anátidas, reptiles, zorros, tejones, milanos y otras aves de tamaño medio, e incluso carroña. Mantiene un territorio muy definido a lo largo de todo el año. El celo tiene lugar entre febrero y abril y el periodo de incubación, siempre en los árboles, oscila entre 37 y 43 días, con una puesta de dos a cuatro huevos. En cuanto ponen el primer huevo comienza la incubación, por lo que no todos los pollos nacen al mismo tiempo. Este comportamiento parece obedecer a una adaptación basada en el alimento disponible. Si la comida es abundante bastará para todas las crías pero, en caso contrario, los polluelos más jóvenes morirán, al no poder competir con sus hermanos. En la península Ibérica está considerada una especie en peligro de extinción y, aunque en los últimos tiempos hay una tendencia a su recuperación, su estado sigue siendo crítico.
Otra especie de águila presente en la península Ibérica es el águila culebrera, una especie estival que, como su nombre indica, se alimenta sobre todo de serpientes y culebras. El águila perdicera es residente a lo largo de todo el año, aunque en los últimos tiempos está sufriendo un proceso de regresión tanto en España como en Francia. Es una rapaz de mediano tamaño (con un envergadura entre 1,5 y 1,8 m) que nidifica en repisas o cuevas que encuentra en los cortados rocosos. Otra especie, accidental en la península ibérica aunque frecuente en el continente africano, es el águila rapaz. El águila moteada también es una especie de distribución occidental o divagante en la península; es una gran carroñera aunque también caza una gran variedad de presas vivas.
Las águilas ponen pocos huevos. En la mayoría de las especies la puesta consiste en uno o dos huevos. Aunque el macho del águila real alimenta a los polluelos recién nacidos, en la mayoría de las águilas el papel del macho es cazar y llevar la comida al nido para que la hembra alimente a los polluelos. La hembra permanece en el nido, o cerca de él, hasta que a las crías comienzan a crecerles las plumas. A partir de ese momento volverá a dedicarse a la caza, aliviando así el trabajo del macho. Una vez crecidos, los individuos jóvenes se quedan cerca del nido un tiempo mientras sus padres siguen alimentándolos. En algunas especies, el polluelo se vuelve independiente al poco tiempo, mientras que en otras se da un periodo largo de transición hasta que los padres dejan de suministrarles alimento.
Debido a que las águilas necesitan un territorio extenso y a que prosperan pocos polluelos, las alteraciones en su hábitat amenazan a muchas especies, aun cuando las medidas en contra de su caza se han visto reforzadas.
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El video lo e sacado de : You Tube :

El Águila Accipitridae Documental Nacimiento y vida